Sea cual fuere la plataforma de marketing y ventas que utilices, todos los negocios requieren revisar la experiencia y la imagen que generan cuando alguien se acerca a ellos. Puedes mejorar tu marketing personal implementando estrategias y desarrollando tus habilidades en el terreno laboral y personal, si tu objetivo es cerrar buenos negocios llegar a tu público objetivo y posicionar tu marca.
Revisando algunas de mis propias experiencias y apuntes de expertos en marca personal y reputación, comparto las 10 recomendaciones más importantes para crear tu reputación o la de su marca:
1. Crear experiencias agradables
La vivencia en su negocio debe ser única, especial y lo más emotiva que sea posible. Porque las emociones de quienes están alrededor de tu negocio deben ser tus aliadas, no las menosprecies, incorpóralas a tu estrategia. Esto habla del lugar físico o virtual donde recibes a las personas, de tu trato y tu presentación. Recuerda el 95% de las decisiones se toman por razones emocionales.
2. Planifica más, corre menos
El trabajo inteligente es más rentable que el operativo, no por hacer muchas cosas vas a tener más éxito. Si planeas con más cuidado que tu competencia, proyectarás una mejor imagen. Los líderes de las grandes marcas no lucen desesperados ni apurados.
3. Compromiso real
Nunca te comprometas ciegamente a presentar algo cuando ello no depende de ti. Sé prudente, no ofrezcas algo de lo que no estés cinto por ciento seguro o que implique la participación de otros sobre los que no tienes control. Usa plazos con algún margen para las contingencias que pudieran surgir. Sin embargo, si de tu esfuerzo depende, acepta el reto.
4. Preguntar y Observar
Vuélvete un agradable preguntón, un curioso y un gran observador. Es la única manera de realmente satisfacer y fidelizar. Pregunta mucho y escucha con atención. Cerciórate de haber comprendido correctamente. Y distingue expectativas de características.
5. Simpatiza con todo el mundo
Ocúpate de caerles bien a todos,… ¿Utopía? Lo sé, pero al menos trata de hacerlo con la mayoría, sin sacrificar tus valores y sello personal. ¿Por qué la necesidad de aceptación? Porque la mayor parte de las decisiones de compra e las personas son más emocionales que racionales (y hasta las más racionales igual guardan un componente emocional).
6. Enfócate en el largo plazo
Es cierto que hay que vivir el presente, pero de cara al futuro. La persona a la que ahora tratas con indiferencia podría ser tu cliente, tu promotor o un fiero demoledor algún día. Recuerda que a un comprador le vendes una vez, pero tu cliente es el que te compra habitualmente y además te refiere.
7. Usa el poder de la Visualización
Visualiza a tus clientes y colaboradores y relaciónalos como socios estratégicos. Asume a tus clientes como tus promotores. Tus trabajadores y proveedores son tus clientes internos y aliados, respectivamente. Busca su bienestar a la par que el tuyo.
8. Haz Networking
Construye una red de contactos y trabájala sistemáticamente. Una de tus tareas importantes debe ser armar de una buena base de datos. En ella recoge la información relevante de las personas que conoces y que te permita clasificarla de acuerdo con criterios útiles a la hora de buscar quiénes pueden ser trascendentes en el logro de tus objetivos.
9. Invierte tiempo y dinero en tu imagen y la de tu negocio
Una buena página web, los servicios de alguien que te enseñe a maximizar las funciones de las redes sociales, un uniforme de calidad para tu recepcionista son ejemplos de que entiendes el lenguaje y las necesidades de tu entorno. Si necesitas ahorrar, hazlo pero no te cortes las alas.
10. Prohibido suponer que todo salió bien
Cuando estamos empezando es difícil hacer costosas evaluaciones de satisfacción. Sin embargo, no chequear si las cosas realmente están dándose como creemos puede ser de una ingenuidad mortal. He aquí la regla de oro: busca el ‘feedback’ de cada uno de tus clientes.
*Tarea para comprobar tu reputación personal: Pregunta a quienes te rodean qué imagen proyectas y confronta las respuestas con lo que piensas de ti mismo. Esta es la más difícil de las sugerencias que te dejo aquí hoy, porque implica el riesgo de oír aquellas cosas que no nos gusta escuchar y, peor aún, la posibilidad de que haya coincidencias en las apreciaciones, en cuyo caso no nos quedaría más que validar la crítica.
Fuente: Annie Basetti – El comercio.pe
Imagen: Victor1558 / Foter / CC BY